27 ago 2012

Aguinis, II

Esta es una de esas raras veces que uno escribe algo por la sencilla razòn de que no puede dejar de hacerlo,  pero al rato, descubre que  le han quedado demasiadas cosas sin decir.  Y, màs aùn, que no ha dicho nada de lo que realmente querìa.
Aguinis, lo que dice, lo que representa,  suele generar en mì una duda: si merece ser comentado o no, y, debo decir, suele ganar la indiferencia, porque realmente no suele valer la pena meterse en su mundo pacato y mediocre,  de palabras infatuadas y huecas casi tanto como su propio ego. Tal es asì, que en mi post de hace un rato, habìa dicho que no hablarìa de èl, y ahora, errare humanum est, no quiero privarme de hacerlo, porque me sentirìa muy mal conmigo mismo. 
Lo que sì voy a respetar (y a rajatabla) es el no hacer una defensa de la militancia kirchnerista, porque se trata de otra cosa.
Tomo el punto de partida central del post anterior, ese donde hablaba del respeto. Pasan ante mì  las imàgenes del Holocausto que uno ha visto en tantos documentales: esos trenes repletos de seres humanos que marchaban hacia un horror indecible, donde la muerte para muchos no era el final de la vida, sino la liberaciòn del sufrimiento màs atroz. Y pienso en las familias destrozadas, donde un padre, o una madre, veìa marchar a su hijo hacia su destino de exterminio, de "soluciòn final" en el enmascaramiento negador de la condiciòn humana que les permitìa hacerlo como buròcratas satisfechos de la eficacia en sus tareas.
Todo eso por ser judìo, gitano, homosexual o enfermo mental. ¿Cabe imaginar un dolor mayor que el de ver marchar a tu hijo hacia la muerte, simplemente  "por ser"? .
Aguinis, que decidiò repudiar la realidad para refugiarse en su odio, compara algunos pibes que militan, que van a marchas, que tocan el bombo, con los nazis. Aguinis cree de estar atacando a estos militantes, pero en su mediocridad no se da cuenta que lo ùnico que està haciendo es banalizar el holocausto llevàndo a los confines del grotesco, y, quizà, uno deberìa preguntarse si esta banalizaciòn del horror no es una de las formas de negarlo, tal como cìnicamente han hecho los nazis mismos, esto es, parece en este punto estar identificado con quienes lo niegan por descalificaciòn. Si es tan nazi ir a un acto polìtico, o la discusiòn polìtica misma, como ejecutar a millones de personas indefensas, Aguinis y su odio obligan a la pregunta: ¿Estarà este personaje màs cerca de las vìctimas o de los victimarios ? 

Aguinis y la Vergüenza

Sepan disculpar, estimados compañeros, lo raleado de mi participación en la web, y lo retrasado de mi comentario sobre la, ¿cómo llamarlo ? "nota" de Aguinis.http://www.lanacion.com.ar/1500963-el-veneno-de-la-epica-kirchnerista.
Me abstendré de hablar de este personaje,  porque no encuentro el modo de expresar lo que me genera, un más allá del desprecio, un más acá de la pena. Tampoco creo meritorio rebatir lo que escribe, por falso, insustancial, mediocre. Solamente me interesa, en todo caso, me convoca, en tanto ser humano, decir un par de palabras sobre la vergüenza, por suerte, ajena, que me da que un tipo, que se presenta como intelectual, psicoanalista y escritor,  pueda faltarle tanto el respeto a quienes han pasado, o son descendientes de personas a las que se le ha desposeído hasta lo que carecían, a las que se les bordaba una estrella de David para señalarlo como judío, es decir, como alguien a ser humillado, explotado y asesinado.
O a los homosexuales; o a los gitanos, o a los locos y débiles mentales. Decía, faltando el mínimo respeto a todos ellos, al parangonar, en su repudio de la realidad,  a aquellos nazis, los que hicieron lo arriba efectivamente relatado, con lo que comprendo pueda molestarle, hartarlo, no sé, coloquen ustedes el verbo que más le guste, de lo que llama "militantes kirchneristas". Extraños Nazis éstos que, por ejemplo,  en vez de condenar y perseguir a las expresiones sexuales apartadas del ideal judeocristiano, les habilitan el derecho al matrimonio; o que han luchado por una ley que permita la pluralidad de medios informativos. Posiblemente sea una nueva expresión del nazismo el sostener los Derechos Humanos,  recuperar identidades robadas,  propender a la inclusión social.
Pero no quiero que estas pocas líneas sean una defensa del kirchnerismo; No. No se trata de esto, ni importa. Se trata, en todo caso, de tener un mínimo de respeto por quienes han sufrido realmente, dejando de banalizar su tragedia. Por eso, usted Aguinis, está más allá del desprecio y más acá de la pena, en el preciso lugar donde cae su máscara, y tras ella no hay nada.