Como cada domingo, el Dr. Grondona vuelve a iluminar nuestra oscura existencia desde su columna en el Diario La Nación. Esta vez, el rayo de luz cayó sobre la polémica en torno al nuevo gorilismo anti-k, de acuerdo a lo dicho por el escritor Guillermo Martínez en una entrevista. Martínez sostiene que hay un nuevo gorilismo en la era k, que rechaza todo lo proveniente del gobierno sin analizarlo, basándose en un odio irracional. El Dr. G no se priva de destacar que Martínez en un principio apoyó al kirchnerismo , pero que luego se fue alejando, y que hoy preconiza la necesidad de una mirada más racional para juzgar al gobierno. Convengamos que no lo consideraría candidato para obtener un premio por su aguda observación social, pero, hasta aquí, sano sentido común. Veamos la construcción que hace nuestro columnista basándose en ésto. Comienza su análisis poniendo a Kirchner en una misma serie junto con Rosas y Perón. Aquí podría suponerse que es como un halago, pero en realidad, no tarda en mostrar la jugada: es la serie de los que despiertan sentimientos de odio, la serie de los "odiables", que con su delicadeza acostumbrada él denomina como "hombres fuertes", y su relato de cómo les fue, en la historia, a quienes se les opusieron. Sostiene que, mientras los antirosistas lograron, más allá de derrotar al tirano, pensar y plasmar "otro país", los antiperonistas de los 50 fracasaron, ya que el derrocado tirano volvió años después con toda la gloria. (¿habrá que leerlo como una autocrítica en su personal estilo ? si lo es, se cuida mucho de no aparecer como involucrado, sino más bien como un relator en off). Ahora bien, ¿ Qué determinó el triunfo de uno y el fracaso de otros ? No fue -en sus palabras- el exceso de odio, sino defecto de imaginación ( también, comparando a Alsogaray con Alberdi...)
Cuando Martínez ejemplifica este odio irracional en los deseos de muerte ante la operación de carótida de Néstor K, Grondona efectúa una inversión de la carga, preguntándose si "es racional" caracterizar a Cobos como un croupier del Senado. Por lo pronto, ubica a los K como el origen del odio. Es interesante ver también como este discurso que despliega es totalmente sincrónico, toma cada momento histórico totalmente desprovisto de sus antecedentes, de lo determinante a su conformación particular, son como puntos de cristalización, en donde la historia se detiene.
Decíamos que ubicaba a los K, a sus actitudes, como generadores del odio, por lo tanto, va a terminar postulando que, para superarlos, no basta con un "manso no kirchnerismo", esto es, algo meramente distinto, (cito) " sino formular en conjunto un proyecto nacional englobante como el Acuerdo de San Nicolás o el Pacto de La Moncloa". Imposible no ver aquí el anhelo duhaldista ( y por supuesto, también grondoniano) de aministías reparadoras, reconciliaciones históricas, etc Es para lo que sostiene su esperanza ocurra el año próximo.
Ahora sí, va llegando al punto que le interesa, que es la construcción de una línea conceptual donde liga "lo racional "con "lo normal", por oposición a otra, en la que "lo anormal" estará relacionado con " lo irracional" . Su razonamiento es el siguiente: para evaluar al gobierno racionalmente, es decir, sin el prisma del odio, Néstor Kirchner debiera de ser un candidato como cualquier otro, normal -cito- "en cuanto a que ninguno ha renegado del espíritu democrático y representativo de nuestra Constitución". La anormalidad se verificaría en un pecado de origen: dado que con Cristina tienen un matrimonio políticamente indisoluble (me hizo recordar a Bergoglio...) si Néstor K ganara las elecciones de 2011, sería un tercer período consecutivo de gobierno, ergo, ilegal. Solo le resta dar un paso más: si lo distintivo del kircherismo,( amén de su poco respeto a ciertas formas, como el trato poco protocolar al peculiar vicepresidente en ejercicio de la oposición) es su estilo de concentración de poder, ¿quién le asegura a nuestro atribulado columnista,( y a la patria odiadora) que no estén buscando una eternización en poder ? Cito textual su conclusión: "Este temor, ¿sólo resulta del odio irracional que condena Martínez, o constituye, al contrario, una expresión enteramente racional ?".
Esforzado trabajo que toma para justificar el odio, que por supuesto, siempre es causado por el otro. Es éste un odio que justifica cualquier maniobra desestabilizadora, como su obsceno regodeo con Biolcatti (y tantos otros "próceres")
Esforzado trabajo para deslegitimar a un gobierno surgido del voto popular.
Esforzado trabajo para seguir siendo Mariano Grondona, sencillamente quien ha sido y quien es, Mariano Grondona.
Casi todo dicho.
Cuando Martínez ejemplifica este odio irracional en los deseos de muerte ante la operación de carótida de Néstor K, Grondona efectúa una inversión de la carga, preguntándose si "es racional" caracterizar a Cobos como un croupier del Senado. Por lo pronto, ubica a los K como el origen del odio. Es interesante ver también como este discurso que despliega es totalmente sincrónico, toma cada momento histórico totalmente desprovisto de sus antecedentes, de lo determinante a su conformación particular, son como puntos de cristalización, en donde la historia se detiene.
Decíamos que ubicaba a los K, a sus actitudes, como generadores del odio, por lo tanto, va a terminar postulando que, para superarlos, no basta con un "manso no kirchnerismo", esto es, algo meramente distinto, (cito) " sino formular en conjunto un proyecto nacional englobante como el Acuerdo de San Nicolás o el Pacto de La Moncloa". Imposible no ver aquí el anhelo duhaldista ( y por supuesto, también grondoniano) de aministías reparadoras, reconciliaciones históricas, etc Es para lo que sostiene su esperanza ocurra el año próximo.
Ahora sí, va llegando al punto que le interesa, que es la construcción de una línea conceptual donde liga "lo racional "con "lo normal", por oposición a otra, en la que "lo anormal" estará relacionado con " lo irracional" . Su razonamiento es el siguiente: para evaluar al gobierno racionalmente, es decir, sin el prisma del odio, Néstor Kirchner debiera de ser un candidato como cualquier otro, normal -cito- "en cuanto a que ninguno ha renegado del espíritu democrático y representativo de nuestra Constitución". La anormalidad se verificaría en un pecado de origen: dado que con Cristina tienen un matrimonio políticamente indisoluble (me hizo recordar a Bergoglio...) si Néstor K ganara las elecciones de 2011, sería un tercer período consecutivo de gobierno, ergo, ilegal. Solo le resta dar un paso más: si lo distintivo del kircherismo,( amén de su poco respeto a ciertas formas, como el trato poco protocolar al peculiar vicepresidente en ejercicio de la oposición) es su estilo de concentración de poder, ¿quién le asegura a nuestro atribulado columnista,( y a la patria odiadora) que no estén buscando una eternización en poder ? Cito textual su conclusión: "Este temor, ¿sólo resulta del odio irracional que condena Martínez, o constituye, al contrario, una expresión enteramente racional ?".
Esforzado trabajo que toma para justificar el odio, que por supuesto, siempre es causado por el otro. Es éste un odio que justifica cualquier maniobra desestabilizadora, como su obsceno regodeo con Biolcatti (y tantos otros "próceres")
Esforzado trabajo para deslegitimar a un gobierno surgido del voto popular.
Esforzado trabajo para seguir siendo Mariano Grondona, sencillamente quien ha sido y quien es, Mariano Grondona.
Casi todo dicho.
3 comentarios:
Le doy la "derecha" en algo a Grondona. Claro que son Néstor y cristina el origen del odio. Por eso defendemos a muerte el proyecto, por el odio que ellos profesan en el alma de gorilas como este.
Me reviso el blog, un gustazo.
Estimado:
Muchas gracias por tus comentarios.
Un Abrazo
Sujeto querido: Hemos coincidido en blog de MP, asi que me acerque a tu blog.
En realidad los gorilas no evolucionaron, (me refiero a los animalitos), siguen siendo los mismos de hace millones de años. Los humanos on una raza nueva, pareiente de aquella en su genetica pero muy distinta en su evolución.
Volviendo al ambito de la politica, es exactametne igual. Esta buena gente jamás evolucionó. Compartimos con ellos el lugar donde vivimos pero nada mas; nuestros intereses, nuestra vida en democracia, los lazos sociales fuertes es totalmente opuesto a lo que ellos pretenden.
Mi consejo desde la República Independiente de Villa Insuperable es no dejarlos hacer cabecera de playa, no dejarles pasar NI UNA y avanzar con todo.
Un abrazo.
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