19 sept 2012

ACERCA DEL BURGUÉS RABIOSO

Realmente es difícil, a veces, intentar analizar ciertas cuestiones en la Argentina. El cacerolazo  de hace unos días es un buen ejemplo: se lo ha denominado, como un bien notable de autenticidad, con el mote de "espontáneo", cuando durante semanas lo estuvieron preparando y fogoneando los medios opositores y sus brazos ejecutores políticos. ¿Quiénes lo protagonizaron? por supuesto, la gente. Gente fotogénica, bien vestida, estéticamente presentable para el show televisivo. Gente convocada para decir basta, basta a una casi infinita lista de cosas que la sacan de quicio, que la "crispan". 
Como en toda multitud, había de todo. O casi, no me pareció ver gente pobre...
Destaco, resalto el "de todo". Se manifestaron -libremente, a pesar de estar en una diktadura- desde aquellos que reclaman por inseguridad, hasta aquellos que se sienten perjudicados por no poder comprar dólares; desde los indignados con el uso de la cadena nacional hasta las "víctimas" del pago al impuesto a las ganancias; los escandalizados por la soberbia presidencial y los custodios de la plata de los jubilados. No podían estar ausentes los denostadores de los planes sociales, los defensores de los milicos represores, los cultores de la libertad de prensa y negocios. La buena gente.
Hubo de todo, gente que pedía que el Gobierno se fuera, y gente que -solución final a sus problemas-  pedía que Cristina Fernandez muriera. Se veían por ahí svásticas, sin que terminara de quedar claro si eran alusivas a quienes se denostaban (es decir, a los diabólicos kirchneristas) o si hablaban de quienes las portaban. Hubo algún rabino (y también seguramente algún cura) saltando y bailando entre esa multitud que pedía muerte, en la misma plaza con las svásticas. Acá no apareció el burgués asustado de Bretch, sino el burgués rabioso.
Aquí conviene hacer un alto y efectuar alguna aclaración básica: me parece muy bien, democráticamente estimulante, que parte de la población se movilice para hacer oír sus reclamos. Si este manifestar es espontáneo u organizado, no quita ni agrega nada. Si este agruparse para manifestar es en contra del gobierno que apoyo, tampoco me molesta per se, porque soy uno de los tantos que con suma sinceridad quisiera ver la existencia de una oposición coherente y responsable, que corra por izquierda con argumentaciones lícitas y proyectos populares, que se desvele por estar enfocado en el sentir y el pensar del pueblo y no tanto en las cámaras de la TV. En síntesis, creo y respeto el espacio de los que piensan distinto y hasta opuesto; estoy abierto a escuchar argumentos contrarios que pudieran poner en cuestión a los que sostengo de toda la vida.  Nunca debe olvidarse cuánta sangre tuvo que correr en nuestro país para poder gozar de la libertad que ahora tenemos.
Creo pertinente distinguir, previo a todo análisis del hecho a que nos referimos, entre el  insatisfecho, el peticionante, y el burgués rabioso. El que aquí llamamos insatisfecho, o peticionante, es aquél que fue (o hizo sonar su cacerola) por alguna cuestión puntual que lo impulsa: si una persona, o algún familiar cercano, fue víctima de un robo o una agresión, siente que no se resuelve el problema, es muy factible que aproveche una manifestación pública para insertar su reclamo. ¿Cómo no prestar oído a su queja? ¿Por qué no hacerlo?
Precisamente, sería un error absoluto enfundar en la misma bolsa a todos los que cacerolearon y/o se manifestaron, porque no son todos lo mismo. Pero también les convendría, a los caceroleros y a los "figurettis" políticos que se quisieron colgar de la manifestación, tener en claro sus propias diferencias: dudo mucho que quien reclame por una cuestión de inseguridad, o por una reparación que no le llega, pueda encontrar una solución, siquiera un factor de presión, juntándose con quienes solamente exigen la caída del gobierno. Su reclamo entonces, es bastardeado, queda oculto, relegado, tras las svásticas.
Nuestro burgués rabioso, en realidad, no busca compensaciones o correcciones parciales. No, va por todo, va por la destitución, y si pudiera, por la eliminación. Nuestro burgués rabioso se siente expoliado, resuma indignación porque cree que le están tocando sus privilegios de casta: comprar dólares para poder pagar vacaciones y compras en el exterior, "perseguirlo" para que pague sus impuestos, a lo que se niega tajantemente porque es "para financiar con mi plata a los negros".  Nuestro burgués se pone rabioso porque su concepción del mundo se reduce a "yo" (& familia). No tolera siquiera la idea de un cambio de paradigma que le hable de un "nosotros", que sostenga, como decía el general, que no puede haber realización individual si no hay realización colectiva. Nuestro burgués rabioso en el fondo es un creyente: cree firmemente que quienes seguimos un proyecto nacional y popular lo hacemos por el choripan y por la ignorancia; pero llegado el momento de argumentar en una discusión, naufragan inevitablemente, repitiendo como loros lo que leen en los diarios y ven en los programas que los "esclarecen". El burgués rabioso no admite al Estado sino como una herramienta de represión frente a lo que lo amenaza.  La libertad que exige nuestro burgués es siempre "su" libertad, nunca la del otro. Por eso, no tolera a un Estado activo, porque siente que se inmiscuye en su vida. Sin embargo, nuestro burgués dispone de una vara distinta para medir en cada ocasión: no le molesta ser espiado ni escuchado, tolera (más aún, creo que aprueba) cuando patotas PRO golpeaban y desalojaban indigentes, y son perfectamente indiferentes si en el Borda hace 2 años que no hay gas, y que sólo se lo quieren conectar si ceden algunas hectáreas al negocio inmobiliario del sultán de la ciudad. Todo esto no es visto como una intromisión del Estado, por la sencilla razón que no los afecta en lo personal.
Entonces, se hace imprescindible distinguir entre la voz de quien reclama legítimamente y la de los burgueses rabiosos, porque los primeros nos aportan la necesaria crítica, el estímulo del desafío, la política como herramienta para una sociedad mejor, más plural y abierta, mientras que del burgués rabioso sólo puede esperarse el odio. Prestar el oído a los primeros, no descalificarlos, ver como solucionar sus problemáticas, reconocerlos en su diversidad, es la mejor manera que tenemos de aislar a esa minoría parasitaria,  reaccionaria y estéril.

15 comentarios:

Almita dijo...

Un gusto el posteo -entero, completo, ideas y redacción-, ahora a ver:
¿Cómo distinguir entre las voces, si el que reclama con razón y sentido se aúna al que no, a sabiendas?
Y en tal caso, ¿por qué se aúna? bueno, eso lo sabemos, se auna porque querría ser como el burgués rabioso y no lo es.
Me parece que tendría que venir desde el Gobierno una necesaria revisión de los temas que se plantean, y desbrozados quejas de reclamos (porque no poder comprar dólar, es queja) intentar responder a los reclamos más atendibles, lógicos y necesarios.
Que ingresen al país los insumos que son necesarios y faltan (y en serio algunos faltan), que se pueda adquirir aquello que aquí no se vende, porque no es lo mismo quien necesita hacerse un implante dental y no puede porque no está el insumo, que el cretino que chilla y patalea porque le va a costar más caro ir a Punta del Este.
Separar reclamos de quejas, creo que por ahí viene la mano.
Saludos

Sujeto dijo...

Hola Almita,
Es interesante ver como se abren preguntas. quizá algunos de los que reclaman legítimamente quieran ser como el burgués rabioso, pero otros no. El problema para estos últimos es que los que deberían representarlos (políticos de la oposición) en vez de intentar negociar -en el buen sentido de la palabra- con el oficialismo, sencillamente se oponen. Por ejemplo: con el mínimo para tributar ganancias. Hace unos meses leí que estaba en estudio subir el piso, pero apareció Moyano en su conversión exigiéndolo, ergo, no se modificó para no regalarle una victoria política. En cuanto a los insumos, que, comparto tu opinión, algunos faltan, ¿no hubiera sido conveniente que los Pinedos, las Bullrich, los Bergman hubieran ayudado a detectar faltantes necesarios y los hubieran gestionado públicamente? Creo que esta falta de representación política concreta es pasto para las fieras, porque si no es por intervención del gobierno, aún de ese gobierno con el que tienen algunos problemas, no hay fuerzas políticas con dinámica, empuje e ideas para canalizar ni siquiera el descontento, mucho menos la solución de los problemas.
Saludos

Daniela Godoy dijo...

Sujeto:
La movilización del jueves ha sido conmocionante, pero tiene que llevar a pensar y a discriminar entre las demandas y la rabia destituyente que ha descripto tan bien. Es cierto que hay muchísimas cosas para corregir, sobre todo en la política comunicacional y en asuntos como la implementación de las medidas para evitar la fuga de divisas, que es estratégico. Lo mismo, como dice Alma, con el tema de faltante de insumos. Meter a todxs en la misma bolsa es necio. Pero, por otro lado, al no haber oposición - es decir, "los otros" que antagonizan con lo que conforma el proyecto gobernante- una guerra mediática y la añoranza de privilegios de los que realmente los pierden, que son la minoría, se vuelven amenazantes, y pueden arrasar con la democracia... Es como si de alguna manera, nosotrxs mismos, desde este lado, tuviéramos también la tarea de contribuir a la emergencia de la oposición con la que se puede convivir...
Saludos

Sujeto dijo...

Daniela,
Gracias por tu comentario. Efectivamente, se necesita una oposición responsable con urgencia, porque ese juego de tensiones y antagonismo que implica el cambio de paradigma no sólo en lo político, sino también en lo cultural, no tiene un cauce sobre el cual desplazarse. Por difícil que parezca, hay que pensar seriamente en distinguir al quejoso del energúmeno, porque no son lo mismo. Comparto y suscribo plenamente la conclusión a la que arribás.Saludos

A.C.Sanín dijo...

Excelente el posteo, Sujeto. Y los comentarios.
Es difícil el deslinde entre “peticionantes” y “rabiosos”, porque estos últimos proveyeron la organización, la logística, las consignas insultantes, los carteles destituyentes, las svásticas y el “clima” general de la movilización en sintonía con la línea editorial frontalmente opositora de los medios dominantes.
Ayer, en Palabras +/-, estuvieron unos 30 manifestantes que declararon haber participado de la organización. Salvo dos personas, que denunciaron haber sido víctimas de delitos violentos, los demás no pudieron articular una explicación de las violentas consignas que manifestaron en la marcha, apenas sí reconocieron que hablar de “dictadura” era, quizás, “exagerado”. Dijeron, además, que no habían votado a Cristina el 23 de octubre y creo que ahí hay una pista para entender su frustración: la incapacidad de la dirigencias opositoras (a las que supongo votaron) en poner límites eficaces a la experiencia populista. Están sobre-representados en los medios y en minoría en el Congreso y entonces salen a la calle, huérfanos de mediación política. Y, para no aparecer tan contradictorios y dispersos en sus reclamos subjetivos (libertad, división de poderes, inflación, turismo, ahorro en dólares, no al comunismo, no al chavismo, etc.) lucieron carteles muy bien impresos contra la re reelección.
Comparto que las restricciones al ingreso de productos importados requieren de una urgente revisión y “sintonía fina”, tanto como la situación de las personas que están pagando hipotecas en dólares. Y por supuesto, no hay que meter en la misma bolsa a los promotores de la destitución con los otros, que tal vez no comparten ese proyecto político de la derecha cuando se movilizan.
Un abrazo.

Sujeto dijo...

Amigo Sanin,
Muchas gracias por brindar tu comentario. Notable tu contrapunto acerca de la sobre-representación en los medios y la anemia en el Congreso, creo que sintetiza muy bien la dificultad que tiene la derecha para institucionalizarse.
Abrazo

Daniel dijo...

Yo soy uno de los que ha sobrevaluado esta movilización. Y vaya que está sobrevaluada, especialmente con el bombeo que le hacen del otro lado.
Apostaría, que me reúno con habitantes de Matanza, de Solano, de Ensenada y ni se enteraron. O medio que lo vieron desdibujado y se les terminó de desdibujar.
Para mi, mucho ruido y pocas nueces que querés que te diga, amigo Sujeto.
Entre paréntesis, si hablamos de preocupaciones en serio, vos sabés como andamos en la tabla del descenso porque no la quiero ni mirar!!!

Sujeto dijo...

Daniel:
Creem que a mí también me preocupa bastante más la tabla del descenso que el caceroleo, pero con éste último me angustio menos.
Abrazo, y vamos los pibes ¡

ram dijo...

La verdad que el tema "insumos" no califica para ninguna marcha, seguramente hay algún faltante pero hay, también, faltantes que dejan de faltar si lo pagás a valor "blue".
Y uno sabe perfectamente que siguen entrando y que el margen de utilidad, con el dólar oficial ya es un choreo, pero qué le hace un 15, 25% más a una angurria típica?
Todo es discutible pero una cosa es discutir y otra obedecer y, la verdad, a esa gentuza no tengo ganas de obedecerle sino meterle la cacerola donde le quede cómoda. Hay un abuso de la paciencia ajena y un exceso de confianza en una impunidad que ya está fuera de época. Joden demasiado, ése el peligro.

Sujeto dijo...

Ram,
Es cierto lo que decís, algunos de los insumos se consiguen pagándolos más...lo que es leído como "inflación". ¿Adiviná a quién le echan la culpa?.
Saludos

Marce dijo...

Gran verdad sujeto, no saben del "nosotros", sólo del "yo".
Si bien algunas quejas deben ser tenidas en cuenta, la actitud de los odiadores seriales es inadmisibles.
Saludos

Luis Quijote dijo...

Hasta los negros como yo podemos comprar dólares si tenemos un recibo de sueldo que justifique el ingreso.
¿Quien no puede? Quien declaró haber ganado 10.000 y pretende comprar 300.000 en la moneda de USA.
¿No me creenn?
Pregúntenle a Susana Giménez.
============
¡Che!, demostrar que no soy un robot me los pone al plato.
¡Vos sabrás...!

Sujeto dijo...

Hola Marce,
Muchas gracias por pasar por aquí.
Saludos

Sujeto dijo...

Luis:
Das precisamente en el clavo, no es justamente La Salada el lugar donde más se negrea en el país.
Y cuando estos tipos ven que, de a poco, se le empiezan a contar las costillas, se ponen frenéticos. Son los que quieren vivir como en Nueva York, pero pagando impuestos de Burundi.
Ah! tengo que ver cómo hago con eso de los robot...
Abrazo

Javier dijo...

Como resultado de la desorientación resultante,
la mayor parte de los sectores de actividad económica no tiene ni idea de cómo defender sus intereses a incluso algunos de ellos ejercen sistemáticamente una presión política suicida, totalmente contraria a ellos(1).


1 La desorientación generalizada, originada en la incomprensión de este nuevo modelo
y el debate estéril al que da lugar fueron analizados exhaustivamente por el
autor en "Seis falsos dilemas en el debate económico nacional" (El Cronista Comercial,
enero de 1971 y Cuaderno del Centro de Estudios Industriales, nº 5).


Marclo Diamand - LA ESTRUCTURA PRODUCTIVA
DESEQUILIBRADA ARGENTINA Y EL TIPO DE CAMBIO


http://www.elgermen.com.ar/bibliografia/estructura_ec_des_diamand.pdf

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