13 nov 2010

Los Vivos, los Muertos y los Muertos Vivos


Me gustan mucho las películas de terror, y en particular, dos subgéneros: uno, que podría bien ser representado por filmes como "El Exorcista", y el tríptico de "La Profecía", en las que se percibe la presencia del demonio mismo, la entidad suprema del mal, y su influencia sobre los hombres, intentando conducir al mundo al reino de las sombras.
El otro subgénero, que francamente me apasiona, es el de los zombies, los muertos vivos.
Éste me parece mucho más rico en matices, en metáforas, en lecturas. Lo que marca mi preferencia por éste último es una característica distintiva del anterior: acá no se trata del maligno supremo: el sujeto en cuestión es el humano mismo.                                                              Pero, adelantémoslo desde ahora, no vamos a hablar desde el Psicoanálisis sobre la muerte, sino ensayaremos algunas metáforas, algunas lecturas que podríamos desprender.
 Conociendo muchos protagonistas de la vida política argentina, guiarnos por el género del terror no parece una elección desacertada. Veremos a dónde nos conduce. 
 A pesar de haber infinitas versiones sobre los muertos vivos, casi todas tienen su origen en una extraña infección, de origen desconocido, que causa la muerte de los infectados, pero que, posteriormente, hace que revivan.                                                                                                           Ahora bien, ¿Viven?. Es éste el primer punto a discutir; en realidad, difícilmente pueda aplicársele ese término, porque en su reanimación lo único que los hace parecer vivos es un ansia devoradora, la ira con la que se entregan a su festín caníbal.  El moverse, el ejercer su voracidad, les da una apariencia de vida, una cáscara vacía. No dejan de ser muertos por ello, porque no tienen vida propia.¿Alguien podría imaginar a cierta diputada, especialista en fundar partidos políticos, a los que luego devora, construyendo, haciendo algo positivo ?
No deberán los vivos olvidar las cartas a las embajadas,  las profecías apocalípticas y sangrientas en las que se preparaban emboscadas a las caravanas de las 4x4; ni tampoco el fin por linchamiento a los Ceacescu vernáculos, o el deseo de viudez. Tantas dentelladas se le han soportado:  es la muerta viva por excelencia: sólo el odio y su ansia devoradora sostienen la ficción de su vida política.
De todos modos,  y muy a su pesar, cuando ésta diputada, otra que la sigue( al decir de un amigo "con fidelidad canina"), el capitoste de turno de la Rural, o la empresaria apropiadora de bebés atacan con toda su furia, nos quedamos con la tranquilidad de saber que estamos lo suficientemente vivos, y por el buen camino.
¿Cómo no ver la similitud del comportamiento del Grupo A en el Congreso con la imagen de los zombies deambulando, con el único interés de encontrar qué devorar ? Un sello distintivo es justamente que no tienen propuestas propias, sino conductas reactivas: "se oponen a", no proponen.
Quizá alguien pueda decirnos que es exagerado y maniqueo efectuar esta comparación con ciertos personajes. Y es posible que así sea; ocurre que la ferocidad de sus embates, muchas veces carentes de sentido no ya político, sino elementalmente común, el afán irracional a oponerse a lo que sea, remeda demasiado a este género de terror como para poder sustraerse a la tentación. Por supuesto, no nos referimos en los mismos términos a la totalidad del conjunto opositor; es claro que hablamos de un amplio y selecto grupo fácilmente reconocible: los que circulan de un programa a otro de las empresas de comunicación concentradas, repitiendo hasta el hartazgo el libreto asignado. 
Argentina tiene una excepcional riqueza de muertes reales significativas: Perón, Evita y el Che, los desaparecidos. Carrasco, Kosteki y Santillán, Fuentealba, Jorge Julio López, Mariano Ferreyra y tantos otros. Estos han sido muertos que han trascendido a la vida en el recuerdo,
son la prueba del triunfo sobre la muerte; si la muerte es la inmutabilidad, la imposibilidad del cambio,  ellos vienen a atestiguar que han dejado marca. Son Nuestros Muertos, los llevamos incorporados, justamente porque los sabemos irremediablemente muertos.
 Los otros, los  muertos vivientes, a su manera, constituyen una metáfora fallida: mientras algunos muertos, auténticos, reales,  reviven en el espíritu de los que están vivos, alimentándolos, nutriéndolos con su ejemplo, ellos, los falsamente vivos, constituyen su contracara: pretenden alimentarse de lo viviente, para sostener así su propia apariencia de existir. Quizá en este punto sea pertinente la imagen de quien ha llegado a la vicepresidencia, y que construye su carrera política sobre el terreno de la traición. ¿Quién lo hubiera conocido, qué notoriedad pública habría alcanzado este mediocre si no hubiera existido la traición ?. Lo espera, de todos modos, el destino de los parias. Nadie quiere a un traidor.
Otra característica de los muertos vivos es su carencia de referencias morales y éticas: como  la voracidad es su única guía, no deberían sorprendernos los intentos para desfinanciar al Estado en ocasión de uso de las reservas del BCRA para desendeudarse, o la operación  mayúscula de clientelismo y engaño artero con el 82% móvil, etc. Lo importante es morder al Estado kirchnerisma, arrancarle pedazos, debilitarlo.
Algunos muertos vivos, que en el pasado eran amos del infierno de la ESMA, terminaron de morir en completa soledad,  su pasada omnipotencia reducida al estado vegetativo. Lástima grande, hubiese querido para él una larga y agónica sobrevida, tediosa e indigna.
En algunas películas, le otorgan a los muertos vivientes una cierta capacidad evolutiva: algunos aprenden a escribir, y reclaman para su banquete caníbal un muerto a voces. Otros de su especie, menos evolucionados, pero rigurosamente prácticos,  le obsequiaron el cadáver de Mariano Ferreyra. No vamos a olvidarlo, nunca. Ni el pedido, ni el cumplimiento.
Los Muertos Vivos en Argentina han aprendido a usar máscaras: algunos congresistas, jueces, empresarios, periodistas, políticos, sindicalistas, esconden el verdadero rostro, ocultan sus colmillos bajo un semblante de republicanismo, consenso y seguridad jurídica, acechando los puntos débiles, esperando el momento oportuno. Durante años se han mimetizado, aparentando ser seres vivos, y han devorado incontables puestos de trabajo, le han comido la esperanza a millones de compatriotas, han desgarrado sus sueños. Pero, paradójicamente, hubo alguien que murió hace muy pocos días, y produjo un efecto fenomenal: comenzó a multiplicar, en los vivos,  la conciencia de estarlo, y forzó así un contraste mucho mayor con los muertos vivientes. Ya no se puede alegar inocencia...
Será entonces, tarea de los vivos, comenzar a reconocerse entre sí a pesar de sus diferencias, aceptarlas, e integrarlas en síntesis superadoras; comenzar a distinguir claramente entre quienes, sin pensar igual, buscamos el mismo destino: la vida, con inclusión plena, con dignidad, con futuro. Vivos, bien vivos, y honrando a nuestros muertos.

26 comentarios:

Moscón dijo...

El muerto vivo encarna lo que no querermos ser,dada nuestra gregaridad son el reflejo espantoso de lo que nos daría asco convertirnos,porque el propio roce social nos acomoda a condenar ciertas conductas que de no mantenerse carcome el tejido social dejándonos por lo menos con un principio de incertidumbre bastante incómodo.
Los muertos vivos hacen que hacen,para terminar serruchando el árbol donde ellos mismos están trepados;la inconciecia materializada.
Pocho Lepratti recibió un tiro en la garganta por el solo hecho de proteger de los tiros de la yuta a un conjunto de chicos,así,a pecho limpio,sin armas,apelando a lo fundamental de la conciencia:
"Bajen las armas,aquí solo hay chicos comiendo"
Y los perros muertos vivos de los muertos vivos,haciendo que hacían,cumplían con su destino al reflejo condicionado,no pudiendo alcanzar su condición de humano.

Un Abrazo Che Sujeto

Moscón dijo...

http://www.youtube.com/watch?v=facKCZhz7eE

Anónimo dijo...

Como muertos políticos les queda muy bién el papel protagonico que ejercen, son una película surrealista en la cual una descerebrada
es seguida por un grupo de zombies incapaces de pensar y actuar en
forma organizada, y como tal viven de la carroña conectados a
corporaciones y medios hegemónicos para seguir en la destrucción,
el odio y la envidia, que es su única forma de permanecer como
parásitos en una banca del congreso.

Un Abrazo Sujeto.

Sujeto dijo...

Hola Che Moscón
Me dejaste sin palabras...no vos, la deshumanización. A veces, uno se defiende un poco y se olvida. Pero por suerte hay tipos como vos, que te hacen acordar.
Te mando un fuerte abrazo, y muchas gracias. Vos me entendés.
Chau

Sujeto dijo...

Hola Roberto
Hace rato tenía ganas de escribir sobre esto, porque lo que hace a la "cultura", por llamarlo de algún modo, de los muertos vivos, está por todos lados.
Te mando un abrazo, estimado.

Bob Row dijo...

Como metáfora feroz de la actualidad de Carrió está bien, no puedo negarlo. Pero como película de las derivas de los sujetos políticos en los últimos años no deja de dolerme. Algunos le pusimos nuestras fichas cuando se animó a cruzar el desierto abandonando la Alianza y acercándose a los Mov. Sociales, Foro de S. Pablo y hasta se unió al "que se vayan todos".
Y no yo -que no soy nada-, sino gente con trayectoria en la CGT de los Argentinos, p. ej. peleó por solidificar el espacio que había abierto. Hubo mucha militancia barrial y mucha discusión asambleística que la tomó en serio.
Si debiera describir el argumento de la película de terror que desarrolló luego, cuando Néstor tomó las banderas y las puso en práctica, sería algo peor que una invasión de zombis desde afuera. Sería lo "unheimlich", cuando son tus familiares los que se tornan en amenaza siniestra. Muy triste, incluso, para odiarla a satisfacción. Después de todo, no somos más que sujetos de la Historia. Un abrazo.

Sujeto dijo...

Hola Bob
Si algo no esperaba como comentario a esta inocentada de tema que tiré sobre la mesa, era tu aparición con "Lo Siniestro". Aclaro para el resto de los compañeros lectores: un texto freudiano de lectura aparentemente simple, pero muy complejo, donde puede rastrearse el tema de la angustia, angustia de castración. Dicho muy groseramente, se trata de algo que, habiendo sido familiar, se torna desconocido, inquietante: siniestro.Es éste el efecto que Bob percibe de la defección de esa Carrió de los inicios, alguien más "del palo", en relación a lo que se ha convertido.
Tu intervención, querido Bob, habla claramente y pos sí misma, no hay acotación alguna para hacer.
Es muy interesante -y gratificante para este humildón blog- poder leer en los comentarios que se van sucediendo, la profundidad y la singularidad de las reflexiones de cada uno de ustedes. No puedo menos que estar sumamente agradecido.
Te mando un gran abrazo

P.S.: ¿reconociste lo de "fidelidad canina"? Cómo me hiciste reír con eso.

Javier dijo...

En que lugar pondrias a los vampiros como muertos vivos o como vida eterna ? mmmmm Por que nunca me gustaron mucho las peliculas que mecionas pero siempre me pasionaron todas las peliculas e historias de vampiros chupasangres

Un abrazo

Sujeto dijo...

Hola Javier
No, los vampiros son otra cosa. Hay una cuestión mucho más interesante ahí: Fijate, la sola idea de vida eterna es angustiante en sí misma; no sólo están obligados a alimentarse, sino que también por esa misma vía, deben remediar la soledad de la vida eterna.
Muy jodido el tema de no tener un fin, de ser una suerte de cinta continua. El vampiro, a diferencia del muerto vivo, podríamos decir, "tiene personalidad", suele ser refinado, culto, sensual, inteligente. Los vampiros seducen; uno podría decir: te chupan la sangre, te convierten en uno de ellos, pero están vivos. Los otros no: te convierten en uno de ellos, pero solamente para ser bestias carniceras totalmente descerebradas.
Y bueno, era un post más que nada para divertirme.
(Y te aclaro: a mí también me gustan las de vampiros, tienen un sentido dramático único dentro del género del terror)
te mando un gran abrazo

Unknown dijo...

Suje, entonces vió la parodia del Exterminio, una comedia inglesa excelente, Shaun of the Dead, de 2004, acá se la conoció como El despertar de los muerto. Se la recomiendo, pues es la parodia de sí mismos en la que se han convertido varios de estos muertos vivos...

Sujeto de la Historia dijo...

Hola Manuel
Me parece haberla visto (hay tantas...)voy a fijarme.
Gran Abrazo

Daniel dijo...

Justo cité la metáfora de los zombies en el blog de Algun peronista. Que casualidad.
Sujeto; no estaremos exagerando en verlos así! Digo; los zombies no son tan jodidos como los pintan; ja, ja.

Daniel dijo...

La que dice Manuel cierra con un temazo de Queen en la última escena. Está muy buena, Suje.

Sujeto de la Historia dijo...

Hola Unfor
En cualquier momento me va a dar sentimientos de culpa hacia los pobres zombies...
Te mando un Abrazo

Ricardo dijo...

Una ironía -en cierta manera dulce- que con la muerte de Kirchner se multiplicaran o se hicieran visibles en una dimensión que todavía no podemos mesurar (creo) todos los que apoyamos al proyecto y que la misma muerte de Néstor fuera lo que terminara de matar a tanto político lacayo de intereses ajenos al común.

Nosotros tenemos a Cristina, el proyecto nacional y popular, las ideas, el entusiasmo, el saber que vivimos un momento histórico. Los "anti" ya no tienen a la razón misma de su existencia.

Espero que no suene feo, pero el 27/10 mucho capital y tiempo invertido por el Grupo oligo/monopólico se desvaneció.

Abrazo, Sujeto.

PD: lo único que me asusta de esta analogía de zombies que hacés es que, para matarlos, hay que reventarles el cerebro. ¿Cómo hacemos con estos muchach@s del Grupo A si carecen del mismo?

Sujeto dijo...

Hola Ricardo
Che, en primer término, lamento no haber podido ir aunque sea un ratito el otro día, pero por lo que leí, hubo buena compañía.
En relación al fenómeno del 27/10, nació un Padre. Poco podrá hacer una planificación política (o económica, o la que sea) frente al estallido y refundación simbólica que fue la muerte de un tipo que se convirtió en Padre. Imaginate: deja su envoltorio de carne y se convierte en un símbolo. ¿Con qué le das a eso ? Y yo sigo jodiendo con el ADN, y aunque supuestamente no haga falta si, como pensamos, ganamos las elecciones, me interesa la prueba de la Ordalía: la Legitimidad.
Como verás, la vía simbólica, la del Padre, tan vilipendiada en la Posmodernidad, sigue siendo mi apuesta: la de la historia, la de las identificaciones, las banderas que son retomadas.
Respecto a tu pregunta del final, hay una pequeña trampa para no caer en esa angustia: dicen que hay que darles en la cabeza, no necesariamente en el cerebro. Comenzá por Duhalde, es un tiro fácil.
Te mando un gran abrazo.

A.C.Sanín dijo...

Amigo Sujeto: Me quedo con la aparición del “Padre”, fundador de otra historia. Me parece que por allí se juega el porvenir de todos nosotros. Y por eso apostamos a su heredera, Cristina. Vos y yo, y todos los que lo “velamos”, en cuerpo o en espíritu, sumamos a esa construcción. Hay algo que lo trasciende al “flaco”, al muerto que quieren enterrar sin honra, insultándolo, estas bestias. Tenemos la esperanza, como decís bien, la fuerza de “identificarnos” con un líder positivo. Estamos tristes, estamos vivos.
Y, vos, chabón, la próxima tenés que venir. ¡Epa! Te mando un abrazo.

Sujeto de la Historia dijo...

Hola Sanin
Sí, me quedé con las ganas.
Si algún día estás con tiempo (y ganas) te recomiendo leas un texto de Freud, para mí, uno de los más trascendentes: "Tótem y Tabú", en el cual el troesma crea un mito: el del Padre de la Horda, y de cómo se convierte en el Padre Simbólico, iniciando así el proceso de la cultura. Es sencillamente maravilloso, y, además, casi se lo puede leer como una novela de misterio.
Lo interesante del Mito es que viene a alojar en el vacío, en el enigma del origen, al Padre como referencia simbólica. Te va a gustar.
Aprovecho para darte un fuerte abrazo, y saludos a la okupa Sandra.
(Decile que eligió muy bien qué poner)

Milton Paz dijo...

FUERA DE JODA,LA OPOSICIÓN ES DE TERROR.ES HORA DE QUE APAREZCA EL PERONBOT.ABRAZO

Sujeto de la Historia dijo...

Así es, estimado, pero terror berretón nomás.
Gracias por tu comentario, paso por tu blog para conocerlo.
Saludos

Daniela Godoy dijo...

Sujeto:
Muy buen texto. El día posterior a la muerte de Néstor, mientras estábamos acompañandonos, miles en este pasaje a símbolo, a padre, como bien decís, me surgieron ciertas palabras que no me animé a postear, por furibundas...demasiado para un momento que requería otro tono. Pero hablaba de ellos y ellas, los/as verdaderos/as muertos/as: dependiendo de la televisión para existir, sin conexión sincera con el pueblo, lejos de lo cotidiano y del sufrimiento que deberían registrar para hacer algo concreto al respecto.
Muertos/as vivos/as que ni siquiera saben que lo están, y que quedaron pedaleando en el aire frente a la grandiosa manifestación de amor y compromiso de quienes fuimos tocados por lo que Néstor hizo.
Creo que tiene mucha razón Ricardo, el 27 se dió vuelta la taba, no? Tanto invertido desde la oscuridad, para volvernos para atrás, inútil ante tanta fuerza militante, ante tanta gente que, al morir Néstor, se dió cuenta de que no podía seguir mirando al costado del camino, y se largó a transitar la militancia.
Alguien me dijo hoy, "el 27 se me cayó la venda de los ojos".
Es así nomás. Entre tanto zombie, se abre paso la vida.
Un abrazo grande

Sujeto dijo...

Hola Daniela:
Es así. Y no sólo en el aspecto de la militancia, sino en el de la cotidianeidad: las mujeres y hombres que no van a actuar en política, pero que han ido viendo cómo se desgarraba el velo frente a sus ojos, y que la imponente manifestación colectiva del 27/10 ya lo tornó inocultable. Creo que son tiempos de refundación.
Te envío un cordial saludo

Sergio De Piero dijo...

Recuerdo el final de la película La Misión, cuando el cura del vaticano lee la carta del jesuita que presidía la misión y hace esta misma comparación, los vivos son realmente los que han muerto luchando.
Conocía tu blog, pero había pasado poco.
Salutti

Sujeto de la Historia dijo...

Gracias por pegarte una vuelta y comentar.
No estamos leyendo, nomás.
Saludos

Politico Aficionado dijo...

Por suerte la luz del sol (esto es, la verdad), los destruye. No soportarían verse a si mismos como son, por eso no se reflejan en los espejos.

Sujeto dijo...

Buena metáfora la suya, compañero.
Gracias por pasar
Saludos

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